Hablar de restauración significa referirse a un amplio espectro de tipos de servicios ofrecidos. De hecho, este sector se compone de una multitud de actividades que se diferencian entre sí por:
- el lugar donde se distribuye la comida,
- el tipo de clientela,
- el tipo de gestor de la propia actividad.
En este artículo vamos a analizar las características de las dos categorías principales en la que se clasifica la restauración, a saber: la restauración comercial y colectiva.
Restauración colectiva: ¿qué significa?
Por restauración colectiva se entiende el tipo de restauración dirigida a un gran número de personas pertenecientes a un grupo (por ejemplo, estudiantes de un mismo centro escolar, empleados de una misma empresa, participantes en un mismo evento, etc.) y unidas por el interés de utilizar el mismo servicio.
Así, la restauración colectiva se encarga de la preparación y entrega de comidas a gran escala, en concreto: el sistema convencional prevé que los alimentos se cocinen y distribuyan a los consumidores en tiempo real y en la misma zona; en cambio, en el sistema diferido las preparaciones principales se realizan en grandes centros productivos, como las denominadas cocinas centralizadas, mientras que la finalización de la cocción, el emplatado y el servicio se realizan en el interior de cocinas más pequeñas repartidas geográficamente.
Diferencia entre restauración comercial y colectiva
Lo que une a la restauración colectiva y la restauración comercial es el hecho de que ambas se dedican a la preparación y distribución de comidas para su clientela, pero las modalidades adoptadas en el desarrollo de estas actividades difieren en algunos aspectos. En particular, las diferencias entre restauración comercial y colectiva se refieren a:
- Tipo y número de clientes;
- Circunstancia que lleva a las personas a utilizar el servicio;
- Tipo de gestores;
- Precio;
- Quién es la persona que paga el servicio.
Restauración colectiva
La restauración colectiva, como ya se ha dicho anteriormente, se caracteriza por ofrecer comidas a un número amplio y variado de clientes pertenecientes a un mismo grupo, los cuales acceden a este servicio por pura necesidad, la de comer. Basta pensar en los empleados de una empresa que, durante la pausa del almuerzo, al no regresar a casa, deciden utilizar el servicio de comedor ofrecido por la empresa. La relación que se establece entre el comedor y el cliente es repetitiva en el tiempo, el servicio es prácticamente inexistente, el menú es muy a menudo fijo, los precios son contenidos y el coste en la mayoría de los casos no es a cargo, o solo lo es en mínima parte, de quien utiliza el servicio de comedor. Y no menos importante: quién gestiona una actividad de restauración colectiva suele ser una empresa de tamaño mediano a grande.
Restauración comercial
Por restauración comercial se refiere a ese tipo de restauración que ofrece platos que son producidos y consumidos en el mismo lugar. El número de clientes que puede servir el establecimiento depende de su tamaño, pero en general es menor que el de la restauración colectiva. Además, los clientes deciden voluntariamente ir al restaurante, por lo que la circunstancia que se va a crear es ocasional, para las personas se trata de un momento de relax para compartir con amigos o familiares.
Los precios de las comidas tienden a ser más altos con respecto a los de un comedor, ya que los platos son más elaborados y el servicio en este caso está presente y atento a las necesidades de los comensales. A diferencia de lo que se ve en la restauración colectiva, en la restauración comercial quien se beneficia del servicio es la misma persona que lo paga y quienes gestionan la actividad suelen ser un número restringido de individuos, como sucede con los restaurantes, las pizzerías o los mesones familiares.
Cuáles son los principales tipos de restauración colectiva y comercial
Ahora que hemos aclarado cuáles son los puntos en común y las diferencias entre restauración colectiva y restauración comercial, vamos a ver en detalle los diferentes tipos de actividades que cada macrocategoría incluye en su interior
Forman parte de la restauración colectiva:
- Restauración empresarial, se encuentra en empresas medianas y grandes y está dedicada a la preparación de la comida o la cena para los empleados;
- restauración escolar, activa en aquellos institutos, escuelas y universidades dotados del servicio de comedor;
- Restauración sociosanitaria, que prepara las comidas en hospitales, clínicas o residencias de ancianos;
- Restauración asistencial, a menudo organizada con el servicio a domicilio de comidas para personas dependientes;
- restauración comunitaria, presente en el interior de cuarteles, establecimientos religiosos o centros penitenciarios.
En cambio, cuando se habla de restauración comercial se hace referencia a:
- Restauración tradicional, también llamada típica, que es la que probablemente todos conocemos mejor, porque incluye los restaurantes tradicionales de diversos tipos, como los gourmet, étnicos, vegetarianos, etc.; mesones que sirven platos de la tradición culinaria local; pizzerías; bistrós que, de manera informal, combinan las características de una cafetería con las de un restaurante;
- Restauración agroturística, se trata de locales internos de explotaciones agrícolas que sirven comidas realizadas con las materias primas que cultivan;
- Restauración hotelera, desplegada dentro de establecimientos de alojamiento para completar la oferta de servicios dedicada a sus clientes, aunque en algunos casos puede estar dirigida también al público en general;
- Restauración rápida, en continuo aumento en el mercado, engloba aquellas actividades como los fast food, los bufés libres, los snack bar, los locales de comida para llevar, etc., que se caracterizan por un servicio muy rápido, una oferta estandarizada y precios competitivos;
- Restauración móvil, que se encarga de preparar y distribuir alimentos en aviones, trenes y barcos.
Equipos profesionales para la restauración colectiva y comercial: cómo elegir
Como hemos visto, una de las diferencias entre restauración colectiva y comercial afecta tanto a las modalidades de producción y distribución de los alimentos como al número de clientes servidos.
En efecto, una cocina que realiza una actividad de restauración colectiva tendrá mayores dimensiones que la de un restaurante, dado que el número de comidas elaboradas en cada servicio es mucho más elevado.
Por eso, la necesidad de optimizar los espacios y los tiempos de producción es aún más relevante y se vuelve fundamental elegir el mejor equipo, que ayude a acelerar el servicio y, al mismo tiempo, sea seguro y de alto rendimiento.
Dentro de una cocina profesional se encuentran generalmente por lo menos 5 áreas, cada una de las cuales está destinada a una función específica:
- el almacenamiento de las materias primas,
- el lavado,
- la cocción,
- la conservación de los alimentos,
- la preparación de los platos.
Así pues, los equipos que no pueden faltar en una cocina para la restauración colectiva y comercial son, sin lugar a dudas:
- cuba de lavado de verduras,
- cocedores de pasta,
- sartenes y ollas industriales,
- hornos,
- freidoras,
- frigoríficos y abatidores,
- superficie de preparación,
- eventuales equipos de envasado.
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